Este plato le sonará a chinos a todo el mundo porque yo nunca he sabido de nadie que lo haya comido. Por no hablar del nombre: habas zapateras. Claro que si miras en la red te aparecerán 500 recetas. Pero como ésta, ninguna. Una leyenda urbana que circula en mi familia es que las habas zapateras "hacen sangre", así tal cual. Vete a saber qué significaba eso para mis padres. Y para continuar con las leyendas urbanas familiares, la sandia refresca la sangre y las gallinejas hacen pared en el estómago... y por lo tanto esta pared es protectora de las cosas malas que te puedan aparecer en la tripa. Ná más y ná menos.
Ingredientes:
Ingredientes:
- 1/4 de habas secas (yo sólo sé de un sitio donde las compra mi padre. En un mercado de toda la vida en Vallecas)
- Unas ramitas de poleo fresco. No valen las infusiones de poleo menta...
- Una guindilla
- Se ponen las habas 2 días en remojo.
- Pasado este tiempo se ponen todos los ingredientes en la olla rápida con sal al gusto y se dejan 4 minutos una vez que sube la segunda anilla naranja:
Advertencia: se come con los dedos, una a una. Se coge una cucharada de habas y se comen una a una, pelándolas.
Antiguamente lo normal en las familias de pueblo, por lo menos en la de mis padres era comer todos del mismo puchero. Y así lo recuerdo yo en mi familia, nos poníamos una cucharada en nuestro plato.
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